Un equipo de doctores en Física de la Facultad de Medicina y la Escuela Superior de Ingeniería Informática de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha llevado a cabo un estudio que confirma que la influencia de las ondas de telefonía sobre la salud es tan insignificante como «una bombilla de 100 W a 1 km de distancia».
En el estudio se expuso en Albacete a 75 personas a estas ondas en 14 bandas de frecuencia, FM, TETRA, TV y las seis bandas de telefonía móvil, wifi, el inalámbrico (DECT), etc. Los voluntarios transportaban sus medidores exposímetros con una sensibilidad de 0,000000066 W/m2, el más preciso del mercado, durante todo el día y hacían vida normal, anotando por dónde estaban caminando o dónde se quedaban. También llevaban encima un GPS con el que después eran situados en un mapa. En total, se realizaron 8.640 registros por voluntario y se obtuvieron 13 millones de datos.